Escenario: Me encuentro en la tienda, en eso recibo una llamada, alguien pregunta por soporte técnico vía Telefónica.
Persona X: Hola, buenas tardes.
Yo: …En qué puedo ayudarle?
Persona X: Si, buenas tardes, fíjese que tengo problemas en mi laptop, en si con el escritorio de Windows. La barra de tareas se mueve.
Yo: OK… -respondí intentando obtener más detalles para imaginar cuál era la falla en sí.
Persona X: Hay veces que esta abajo, otras que aparece en la derecha o izquierda y en ocasiones arriba… No se si tenga algo que ver que yo viaje tanto, ¿PODRÁ SER ESO?
Yo: NO LO CREO, ¿porque lo dice Sr.?
Persona X: Por que la traigo en mi maletín y como viajo mucho se ha de mover y la barra se ha de soltar y se mueve en el escritorio, no se si la pueda FIJAR o hacerle algo.
Yo: Ahh! OK. Si gusta traerla a nuestro local o le puedo indicar como fijarla.
Persona X: Muy bien, yo me doy la vuelta luego, GRACIAS.
Yo: De nada.
La persona ya nunca vino a solucionar su problema, espero y haya bloqueado la barra de tareas, dando clic con el botón secundario y dado clic en Bloquear la Barra de Tareas, …o tal vez un poco de cinta hubiera ayudado, no quisiera pensar en tachuelas o pegamento.